Los problemas como conflictos no solucionados en la pareja, se pueden convertir en una fuente de reiterados problemas de pareja.
Los fricciones y roces entre los miembros de la pareja, conllevan malestares, algunas parejas optan por postergar el tratar los problemas y «tolerar» el malestar, relaciones de pareja y familia, que conlleven años de malestar pueden llevar mucho tiempo juntos, sin embargo cabría preguntarnos el costo del estar juntos, el compartir el espacio con la presencia y ausencia de afecto, o el compartir el espacio con la presencia generadora de conflictos cotidianos.
Cuando las fricciones y roces son recuentes, las disculpas y el no va a volver a suceder, pierden efecto (lo cual debilita la relación de pareja cuando son reiterativos los mismos motivos de conflicto), así como el asistir a asesoría profesional a cargo de un psicólogo posterior a años de una relación disfuncional, luego que el otro miembro ya no se encuentra presente, se convierte en una intervención tardía, cuando el otro decidió tomar un camino diferente.
No basta que solo uno de los miembros de la pareja, desee el re-armado de la pareja, no es suficiente. Ambos deben de desearlo, lo que de por si va a tomar un tiempo, lo cual contempla muchos contenidos que procesar.
Algunos miembros de la pareja solicitan el perdón, lo cual es sencillo expresarlo para quien daño algo, sin embargo, aquello no es tan fácil, quien se ha dañado producto de un maltrato psicológico y físico, lo puede asimilar de manera mas lenta, a su tiempo y no de un día a otro. Siendo inclusive el pedido de algunos consultantes: El perdón del otro.
Aquello se puede dar, con el tejer nuevos lazos, tolerancia de cosechar lo que se sembró y tolerancia para sembrar un nuevo grano «mas sano». Sin embargo aquello tomara un tiempo en muchos casos, cuando los problemas son de varios años en el marco de no solucionados.