Personalidades en desequilibrio emocional en las relaciones de parejas
Existen circunstancias en las que la terapia de pareja presenta un lento avance en las sesiones de terapia, se aprecia en las sesiones que uno o ambos presentan estructuras de personalidad con un desequilibrio emocional, lo que se ha manifestado en la relación como pareja e incluso en las sesiones.
Como al abrumar con el discurso y no respetar el timing del otro miembro de la relación, expresiones de comportamientos caracterizados por la intensidad emocional y que desbordan en la relación. En estos casos, la terapia de pareja es un factor para los problemas en la relación, sin embargo, se hace necesaria la intervención en terapia individual, debido a que la terapia de pareja se enfoca a trabajar el vínculo de la relación.
Un buen vinculo de pareja puede dar sostén a quien presenta una personalidad en desequilibrio, sin embargo, es un gran costo y peso para quien tiene que sostener, mas si el desequilibrio es frecuente. Generando un agotamiento en la relación.
De lo redactado, se desprende que en la pareja uno de los elementos protectores de la relación de pareja es la capacidad de dar sostén ante las dificultades para que la relación se mantenga en el tiempo. Otro factor de protección en la relación es la capacidad de tomar conciencia ante los problemas y resolver los problemas.
La capacidad de dar sosten implicara tolerancia hacia los desbordes, los cambios de actitud, comportamientos impulsivos, entre otros.
La capacidad de resolver problemas en la relación implicara que un miembro e idealmente ambos puedan ubicar con aun alto grado de objetividad lo que afecta la relación sin buscar responsables ajenos y evitando proyectar, si no, tomar conciencia de lo que la pareja realiza para generar el conflicto.
En el transcurso de una relación de pareja, desde el conocerse, convivir, el ser pareja. Es probable que surjan aspectos negativos en el otro que antes no eran observados, en este sentido es importante la comunicación que genere dialogo. El expresar tempranamente los aspectos de mejora en ambos miembros va a facilitar un mejor proceso de acomodación de ambos miembros en la relación.
Considerando que las personas poseemos aspectos tanto positivos como negativos. El escuchar los aspectos de mejora son una oportunidad para conocerse como miembros de la relación y como pareja.
El obviar y pasar por alto aspectos que no se comparten en una relación de pareja trae en el tiempo el incremento de los malestares en la relación, surgiendo posteriormente reclamos.
Los reclamos mayormente surgen desde diversas fuentes, siendo expresiones producto insatisfacciones como de ofrecimientos no cumplidos, entre ellos el de promesas de mejorar en aspectos personales que no se concretan. Un reclamo reiterado en las relaciones de pareja atendidas en el consultorio psicológico.
La terapia de pareja es un proceso que necesita de la participación de ambos miembros, lo cual puede ser inicio de la misma, en la que ambos miembros tiene conciencia de que existe un problema y ambos tienen la intensión de solucionar aquello que les genera malestar.
El tiempo en las sesiones de terapia de pareja varia, en algunos casos puede ser de 50 minutos y en otros casos de 60 minutos, lo cual estara en función de acuerdo con el terapeuta, por lo que es importante la participación fluida de los miembros en las sesiones de terapia.
La sesión puede centrarse en un eje o foco, lo cual implicara tambien del estilo del terapeuta y formación en psicoterapia del profesional que atiende a la pareja.
Los problemas en las sesiones de pareja son diversos, donde se tiene que identificar si el problema de pareja o es un problema a nivel personal enfocado en la pareja. Por ejemplo, Una pareja que atravesado multiples infidelidades, puede presentar a un miembro de la relación que presentan inseguridades, deficits e incluso llevar consigo experiencias asociadas al trauma psicologico. En ese te caso, se tiene que ver la importancia de la intervención en la pareja como la intervención a nivel individual, debido a que uno de los miembros puede tener un alto nivel de afectación psicologica caracterizado problemas a nivel personal.
Si los problemas a nivel personal en un vinculo de pareja prevalecen, la relación de pareja se vera afectada y la terapia de pareja tomara un tiempo mayor para solucionar los problemas de pareja.
En algunos casos es recomendable la asistencia a terapia individual y posteriormente a nivel de pareja, considerando que hay personas mas sensibles a los problemas de pareja que otras, donde el nivel de afectación es mayor.
El buscar ayuda es importante, con la finalidad de solucionar los problemas personales, así tambien es importante el incrementar el nivel de conciencia de las caracteristicas a nivel personal y como estas impactan la relación.
La separación de los padres va a generar una crisis, no solo en la familia nuclear, sino también en la extendida. En la actualidad las separaciones (en parejas de convivientes) y divorcios (en casadas) se han convertido en un fenómeno de alta incidencia, sin contar con una estadística definida ya que el divorcio legal toma un tiempo, pero la separación emocional en el vínculo parental es frecuente en diversas parejas de casados que mantienen la relación por no afectar a los hijos. Y en las parejas de convivientes, es un fenómeno no medido en nuestro medio.
La separación de la pareja trae dolor, para quien no desea separarse como a los hijos. El cual va a traer repercusiones en el desarrollo de los hijos, en su vida adolescente como adulta.
Se desarrollan problemas relacionados de índole legal como emocional, la tenencia de los hijos va a generar un dolor en los hijos, en familias disfuncionales puede darse el síndrome de alienación parental. Se observa en muchos casos déficit en las competencias de los padres para cuidar a los hijos, mayormente cuando son padres muy jóvenes o dedicados a extensas jornadas laborales y encargándose de la tutela la familia de origen.
Producto del proceso de separación de los padres se pueden dar problemas de conducta en los hijos como incremento de los niveles de ansiedad y depresión, impacto en el rendimiento académico, generado por el conflicto de los padres. Las amenazas reciprocas de la pareja de separación en la pareja con involucramiento de los hijos conlleva a secuelas de los hijos que no se encuentran en muchos casos con la capacidad de procesar la perdida de la pareja de padres y la separación que conlleva. En algunos casos el sentimiento de culpa puede interiorizarse.
Una pareja en proceso de separación puede generar un clima familiar negativo y hostil en los hijos. Algunos de los miembros la califican de traumática.
La separación en los convivientes o casados atraviesa etapas, algunas que pueden durar mas o menos tiempo, pero dolorosa, como la separación emocional, como primera etapa en la que los afectos se cortan por alguno de los miembros y donde los reclamos y discusiones se hacen presentes. Posterior a esta etapa, sigue la de la separación de índole legal. En nuestro medio la pareja que supera los dos años de convivencia ya presenta un vínculo de índole legal. La separación del vínculo legal conlleva a discusiones en el proceso de llevar a un acuerdo a través de los centros de conciliación o por la vía legal respectiva (juzgados) proceso que puede distanciar aún más a la pareja.
Aglutinamiento familiar, un problema que afecta dinámica de las parejas.
En nuestro medio es frecuente la construcción de casas como de cuatro y cinco pisos (niveles), las que se distribuyen mayormente de la siguiente forma: en el primer piso los padres, en el segundo piso y posterior para cada hijo/a, con la intensión de inicien un proceso de convivencia con sus respectivas parejas o la conformación de una familia.
La intención es buena, sin embargo, se corre el riesgo de un aglutinamiento familiar, proceso en el que se pierden los límites de la pareja parental y los respectivos hijos y consiguientes parejas, en la que las nuevas familias nucleares se fusiona con la familia extensa.
Lo óptimo es que la nueva pareja pueda partir desde un proceso de independización de sus respectivas familias de origen para que puedan seguir sus propio ritmos, tiempos, reglas y modos de ser. Lo que no implica la negación de la visita familiar, más si la creación de un espacio “aparte” como familia, en la que interferencia se diluirá por el propio espacio.
Son diversas las parejas que manifiestan problemas con las familias de origen calificándolos de “mamitis”; involucramiento en la decisión de la pareja, por los padres, hermanos, como de otros miembros.
Si no fuese posible el disponer de un espacio aparte de la familia e origen es necesario que la nueva pareja y familia en desarrollo, ponga ciertos límites para mantener su propia dinámica asumiendo que la independencia como familia será un proceso muy lento, donde el hijo o hija será frecuentemente involucrado en la familia extensa por algún motivo o necesidad.